III. Año 36.

Ayer estuvo de cumpleaños este capullito de alhelí. No revelaré mi edad porque no lo considero de mayor relevancia (dijo la interesante)... sólo les diré que nací el 83 para que entrenen el músculo de la aritmética, aunque ya les hice todo el trabajo en el título del post 😂. Fue uno de esos cumpleaños más o menos típicos en la vida de una introvertida... coach y todo, pero introvertida al fin y al cabo: mucho movimiento online, muy poco pastel que repartir, mucho para pensar y otro tanto para plantearse en este nuevo año de vida.

Si descontamos mi cumpleaños y el pastel que yo misma hice, puedo decir que mi año 35 tuvo de todo y no fue tranquilo en lo absoluto. Pasé por un proceso de renovación total que abarcó intervenciones de salud de todo sentido, un par de friegas, tres paquetes de incienso, medio container de velas, varios rezos en latín y una seguidilla de quiebres que ya te los querría cortar el peluquero si se asomasen por tu frondosa melena. Dichos quiebres, buenos o no, vienen acompañados siempre de cierto dolor y estrés, así que me dolieron un sinfín de cosas e hice más uso que nunca de mi carácter enfocado milimétricamente y espartano hasta para ir a comprar el pan, además de un comodín bastante pintoresco que tengo en mi maletín de comodines pintorescos: pensar en ciclos. Me decía "este día es uno solo, mañana es otro comienzo y tienes otras cosas que hacer que irán construyendo sucesos cada vez más grandes" y es esa mentalidad la que me trajo tanto positivo en estos últimos meses. Sí, hubo ciertos eventos medio grisáceos en estos últimos meses (incluso tuve uno ayer), pero una gota de tinta en el océano no va a teñirlo enteramente, ¿no creen?

Hagamos raya para suma y pongamos alguno de mis logros 2019 😎:

- Bajar 30 kilos y quedar con mi cuerpo en tamaño original (di, por cosas del universo, con el Método del Genotipo y les diré que es lo más cercano a sacarse la lotería a nivel dietético). Lo mejor de todo es que he adelgazado haciendo lo que nadie te recomienda: comer más... mucho, MUCHO más.

- Sacar cinco diplomados (y estar estudiando tres más). Tengo cerca de dieciocho diplomados y grados en el tintero, pero me di un plazo hasta fines del 2021 para completarlos todos. 

- Acreditarme como Counselor y certificarme de Coach especialista en Ley de Atracción y Éxito Personal, además de obtener un grado de Escritura Terapéutica.

- Instaurar rutinas diarias que me son muy sanas tanto a nivel interno (escribir mi diario, Mindfulness, EFT, etc.) como externo (mostrar asertividad, entrenamiento físico, dormir bien, alimentarme bien, etc.). 

- Tener una cartera de clientes que se sienten bien atendidos por mí y que están muy satisfechos con mis servicios.

- Terminar de cuajo con mi relación más tóxica y, con ello, comenzar el proceso de curación y reivindicación más grande que he atravesado en mi vida. 

- Dejar de lado mi timidez y postear con más frecuencia en Instagram. 

- Ampliar mi círculo de amigos. 

- Regresar al interesante mundillo del blog.

- Reconciliarme con Europa y estar ya planeando mi regreso.

Todo esto que hice siempre obedeció a la idea de pensar en metas diarias, semanales, mensuales, semestrales y de mayor plazo, como un sistema de ciclos cada vez más y más grande. Es obvio que estuvo media lista sujeta a ensayo y error y que dan ganas de tirar la toalla, las galletas de arroz, el litro de jugo de fruta y el tazón con avena, pero me salvó la vida el hecho que siempre he pensado en que el proceso como tal te acerca a algo más (la gran meta) y que no es el fin del camino per se, que los esfuerzos diarios ya dejan dividendo a mediano plazo y que los efectos de cada cosa llegan mucho más pronto de lo que uno cree. Es obvio que no se bajan 30 kilos de la noche a la mañana o que uno se va a titular en una semana, pero el "cada vez queda menos/cada vez veo más resultado" es uno de los mayores motivadores al cual le echo mano cuando siento que sólo estoy siendo centrifugada por la vida. Ha sido un año de los que me faltó tiempo para hacer más cosas y en el que hasta el descanso era productivo, pero la intensidad y la vorágine me trajeron algo invaluable: el encuentro con aquello que me hace ser yo misma y la claridad de ver que nada que resuene conmigo está fuera de mi alcance.

Saludos a todos!

PD: me deben unos cuantos regalos 💃

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