Relatos de un Tarro de Duraznos

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Ya tengo 40 años...

Se supone que se me vendría una crisis, pero parece que me dio todo lo contrario y ando más iluminada que Málaga en Navidad.

Tuve un episodio de purga, donde dije varias cosas y expuse dolores antiguos, culpas y vergüenzas varias, pero luego de ello empezó una especie de momento de especial lucidez. Ese momento me trajo reconciliaciones, reafirmaciones y reconocimientos de mi propia naturaleza, así como de la naturaleza de personas que me sorprendieron de una manera muy grata y me permitieron comenzar este ciclo nuevo con buen pie. 

Ahondando un poco en la materia, siento que mi presente estado de lucidez no fue repentino... Veo como si hubiesen venido oleadas de claridad y energía que hace tiempo no sentía. Aquello que se hallaba en lo profundo de mi subconsciente se me vino a la parte más despierta del ser y en plan "ya, a trabajar!!!", así que no me quedó de otra salvo mirar con atención los tesoros escondidos de mis neuronas saltarinas y ver que hay mucho que puedo hacer y que me queda por hacer.

Creo que el tesoro más grande que he hallado estos días es el de mi capacidad de resolución. Sé que soy una persona enfocada y que logra lo que se propone, pero algo me pasaba que no llegaba a ninguna parte y me disponía a dar vueltas cuan perro entretenido con su cola. No sé si llamarlo "Síndrome del Impostor", procrastinación o desánimo, pero sí me topaba a menudo con una roca muy grande que llevar cuesta arriba si deseaba emprender o lograr algo. La roca, ese elemento interno, fue lo primero que dejé de lado y la lista a continuación es aquello que salió primero de un manantial de ideas y planes que aún no logro capturar totalmente 😅:

- Me decidí a volver definitivamente a la escritura y tengo pensado participar en una convocatoria de poesía que se dará el año que viene. 

- También me decidí a hacer un sitio web como corresponde, con mayor información, mejor SEO y más herramientas para mis lectores, así como realizar artículos de diversas ramas que capturan mi interés. Ya compré el dominio, me falta un hosting decente y sentarme a diseñar. 

- Algo que también he pensado es estudiar algo llamado "Péndulo Hebreo", que es una técnica de las Medicinas Complementarias y que me ha llamado la atención desde hace mucho debido a que combina varias cosas que me parecen interesantes (sí, soy orgullosamente esotérica, deal with it). 

- Estoy en un bootcamp para titularme de algo relacionado con desarrollo informático, así que sí o sí tendré mi cartoncito de nerd oficial en agosto, ¡yay!

- Poner una tienda Etsy con mis tejidos a más tardar en marzo del año que viene.

- Retomar (?) la dieta... más bien, comer lo que mis genes necesitan (dieta baja en hidratos de carbono, libre de lactosa y gluten y alta en proteínas).

- Ejercitarme 3 veces por semana y hacer Pilates nuevamente. 

- Seguir con mi reto de leer todos los días.

- Seguir con mi reto de estudiar de lunes a viernes.

Como bien dije antes, estoy bajo una especie de flujo de ideas y planes que sé que pueden llevarme lejos y que, finalmente, estoy dispuesta a seguir. Antes tenía un miedo muy grande al fracaso o a no ser suficiente, pero creo que dichas cosas se quedaron en la década pasada y que hoy importa más mi deseo de mostrar quién soy, lo que hago y lo que amo. Me gusta esta nueva etapa, me siento muy cómoda conmigo misma en este momento y estoy expectante de ver lo que el mañana me trae...

Espero que ustedes, queridos lectores, me acompañen en este nuevo capítulo.

Hasta la próxima 💖


En la foto: Horcón, Chile. Tomada por un trabajador en fuga. 


(Disclaimer: no se imaginen cosas raras por el título, ya? ✌)



He estado "muy" estos días. 
Muy estudiosa, muy estresada, muy nostálgica, muy un poco de todo...
Muy reflexiva.
Diría que demasiado relfiexiva.

Dicen que uno se vuelve así conforme va acercándose al temido "cambio de folio" y yo, ad portas de cumplir 40, parezco no ser la excepción. 

He reflexionado sobre mi futuro en general, particularmente, sobre el futuro de mi labor de tecleadora salvaje de blogs... y he decidido una cosa:

QUIERO LANZAR ALGO EN SERIO.


No es que vaya a migrar al Washington Post, perder mi toque medio irónico para mis cosas ni nada que se le parezca, sino que deseo obedecer a un nuevo impulso que ha aflorado en mis depresivo-endógenos huesos: el deseo de orden. 

Verán... soy una persona que ha pasado una vida relativamente caótica con ciertos momentos de paz, a lo cual te terminas acostumbrando y, por qué no, hasta lo deseas en cierto punto. No es bueno, para nada, pero se vuelve tu hábito. Irónicamente, si a mí me lo preguntan, porque no hay nada menos tranquilizador que la mismísima falta de certidumbre y los porrazos hormonales que te produce el saber poco y nada acerca de lo que se te viene en la vida.

Aun así, te haces una especie de adicto al caos... te terminas subiendo en la montaña rusa por tu propio parecer y te incomoda sobremanera el tener los pies en una superficie que no gire 360° cada cierta cantidad de rato. A mí me pasó y, gracias a un buen poco de terapia y mucho de mi parte, ya estoy cómoda con la paz de tener relativo control sobre lo que acontece conmigo y mis huesitos. 

Cambié mi adicción al caos por un genuino deseo de continuidad, pacífica continuidad... y es por eso que he decidido que quiero un sitio web donde pueda expandir mis alitas de pollo para volar por el infinito cielo.

Va a ser un proceso lento, porque la cosa gratis no es y yo ando en modo estudiante. Lo bueno es que me deja tiempo para elegir todo bien y hacerlo decentemente desde el inicio. Yo empecé en este mundillo cuando los templates eran como dos y no había mucha gente interesada en compartir ideas, así que era mucho más "fácil" lanzarse con lo que había, pero ahora la variedad ha crecido cuan mala hierba y toma más tiempo elegir y afinar detalles. Que la fuente, el estilo, el CSS, el HTML, elegir plugins y un etcétera más largo que quejas el lunes por la mañana, todo eso lo estoy tomando en consideración para lanzar un nuevo tarro más cómodo y pro.

Lo veo como un cambio de casa, con sus detalles y procesos varios.

Espero que, cuando esté listo, aprecien mi nuevo hogar 💖

En la foto: un pancito hecho por moi *3*. Le ofrezco el riiiico pancito hecho en casa!!! Tenemos de aceituna, orégano, semillas, con machitún, sin machitún...


Una vida sin yo estar ocupada, no es vida.

Me he dado cuenta que no hay caso conmigo, que una tarde vegetando en la cama me equivale a un sacrilegio y que algo en mí cree que pagaré tamaña flojera en el Más Allá y multiplicada por 5. 

Ahora mismo, si yo no fuera tan yo, podría aprovecharme que no me siento muy bien que digamos (alergia y un incipiente resfriado) y sacar telas de araña entre las sábanas, pero heme aquí... blogueando luego de hacer un montón de cosas y con otro montón de cosas que siguen en la lista luego que levante mis sagradas asentaderas de acá. No paré ni saliendo de emergencias psiquiátricas y voy a parar porque tengo la nariz llena de mocos, jajajajaja!!!

Me he preguntado por qué tanta afición al movimiento eterno y diría que es una necesidad interna de absorber todo y aprender todo. Imagínense, ahora me dio por hacer labores caseras más pesadas y orientadas a un proyecto que tengo a largo plazo (que es vivir lo más off-grid posible, quiero decir, depender lo mínimo del sistema en el que estoy inserta en el presente) y aprendiendo cosas autónomas a base de ensayo, error y florcitas. No sé si son esas mismas flores u otras actividades que produzcan micropartículas las que me tienen mi nariz pidiendo clemencia en latín, pero siento que puedo mantenerme a punta de antihistamínicos hasta que mi cuerpo citadino se aclimate a cosas más naturales. Todo es aprendizaje, incluido lo que mi cuerpo vive, y llegará un momento en que me gradúe en todo sentido.

Por mientras, a tomar pastillas y rezar que no me dé un shock anafiláctico, jajajajaja!!!

Hasta la próxima!


 


Imagen generada por IA, mientras la interfaz de este fósil se queda en la prehistoria...


Que nadie diga acá que no hemos intentado hacerlo por las buenas...

Como relaté un poco ayer, cerré mi local hace un tiempo y ahora me las doy de informal/estudiante. Seguí absolutamente todo según las reglas y - con todo y eso - no hubo mucha suerte, pero qué le vamos a hacer en lugares donde todo lo establecido sirve como un patrón para no aplicar. No me estoy quejando, no sirvo mucho para quejarme si soy sincera, simplemente recalco lo que veo a mi alrededor y cómo funcionan las cosas cuando se les da mayor libertad... y vaya que funcionan de manera alternativa cuando les quitas los ojos de encima. 

He hecho muchas, pero muuuchas cosas a lo largo de mi vida... el inicio de este blog me vio como estudiante de Psicología, lo que luego dejé porque la escuela que se seguía en mi Universidad no era la que yo deseaba; pasé algunos años debatiendo si irme a México hasta que Suecia ganó la mano y casi se me va la vida estudiando allá y sufriéndomelas todas tras bambalinas (tema para otro post y unas cuantas demandas). En Escandinavia aprendí a hablar en sueco en su máximo nivel y me metí a Enfermería, hice mis prácticas y estudios en la rama de Psiquiatría y trabajé un tiempo atendiendo pacientes con más cuadros que cubrecama de patchwork, muchos de ellos manifestándose al mismo tiempo o de maneras alternadas, lo que me dejó curtida para casi todo... excepto vivir con el adicto y alcohólico de mi ex, así que volví a Chile hace cinco años ya y me la he pasado entre más estudio, más estudio, más estudio aún, otro poco de estudio y el dichoso local. Como no resultó, vuelta al estudio... y a mi trabajo informal de Coach.

No tengo pensado poner consulta, por mucho que pueda y que tenga mis credenciales internacionales. El porqué es bastante simple: aportar al vacío no es aportar. Acá no se ve el dinero de los impuestos reflejado en ninguna parte donde realmente se deba, así que aplico el dichoso "ladrón que roba a ladrón..." y me lo gasto en cualquier cosa cuyo efecto sí se vea. No importa si lo dono, coopero para una rifa solidaria, lo que sea, pero al menos sé para dónde va y que no es para los bolsillos de los que no lo merecen. En Suecia no ejercí de Coach porque era más complejo abrir consulta, mi vida personal era un completo desastre y estaba trabajando de Enfermera, pero allá sí me hubiese establecido correctamente de habérseme dado las chances, porque mi esfuerzo se veía en absolutamente todos lados. No es una tierra perfecta, digámoslo como es, pero cuánto podríamos crear nosotros en Latinoamérica si nos pusiéramos de acuerdo en velar por el bien de todos y no "salvarnos" cuando se nos da la chance de cagarnos a otros. La magia que se da en en el hecho de ser generoso, en el velar por los semejantes, gesta algo que puede hacer que sociedades completas trasciendan y avancen. Cuan jardín florido, la belleza necesita de las condiciones correctas para que la magia ocurra y lo mejor de la vida pueda ver la luz.

Siento que la magia humana se da en el ser honrado, en el ejercer el poder con justicia y generosidad, pero para ello se requiere ver al horizonte y acá aún hay muchos concentrados en observarse el ombligo... Espero que no tengamos que enfrentar muchos inviernos antes de acoger la primavera.


Hasta la próxima!




Habemus vuelto! Ya no soy comerciante, sino que ando en cosas más verdes (no, no es marihuana) y más locas que antes. No quiero ahondar mucho en cómo cerré el local, las pérdidas (porque a mí no más se me ocurre abrir algo en plena pandemia...) y las córneas que debo (voy a tener que robar algunas), porque son cosas del pasado pisado y hay que mantener la frente en alto y el trasero en la muralla. Iré posteando con mayor frecuencia y más ganas, la verdad es que el mundo del comercio formal/en vivo y en directo es muy duro y te drena de todas las ideas salvo de las que tienen que ver con sacar cuentas al revés y al derecho... podría ir de lo más bien a vender a la feria y me dejarían por mi rapidez aritmética ✌

A pesar de que fue un período que a cualquiera tiraría al suelo y le dejaría el culo moreteado, yo estoy del mejor ánimo posible y con la cabeza llena de posibilidades e ideas que poner en práctica. Ahí iré informando conforme lo que haga vea la luz del día (o la del foco del psiquiátrico más cercano, jajajajaja!)

Saludines saltarines!!!
Yo, para variar 😁

Este cúmulo de células se dedica, desde el año pasado, a manejar una tienda de abarrotes. Es toda una experiencia...

TOOOOODA una experiencia! 

Nunca pensé que iba a aprender tantas maneras de lidiar con proveedores, productos, promociones, distribuidoras, mayoristas y minoristas, ni pensé que el tener una mamá que puede denominarse "aquella clienta jodida" me iba a ayudar tanto a la hora de interactuar con las personas que te piden tres láminas de jamón de 0.8 mm. - cortadas mirando para el norte - sin hacerlas sentir como que están ad portas de ganarse una tacleada digna de un quarterback de fútbol americano. He aprendido mucho sobre lo injusto que es el sistema de distribución chileno y cómo le ayuda a las grandes empresas mientras estrangula a punta de valores diferenciados y obscenos a todos los que no cotizamos en bolsa con nuestros emprendimientos, pero no me he quedado sin aprender que acá también aplica la regla de "hecha la ley, hecha la trampa" y que siempre hay un lugarcillo perdido donde las cosas están al punto intermedio entre la ganga corporativa y la hecatombe marca PyME.

He pasado por cuanta fase hay: entusiasmo, miedo, desilusión, reformulación, búsqueda de nicho, etc., todo esto aderezado a raudales con pandemia, guerra y crisis... Hubo un tiempo donde trabajaba más de 12 horas diarias de lunes a viernes y 6 horas diarias los fines de semana, convencida ingenuamente que ésa era la manera de ser más productiva y que toda contractura muscular iba a valer la pena una vez llegase a una meta que ni siquiera estaba contemplada en mi cabeza y que tendría que caerme como maná del cielo (u oferta de Coca - Cola) en un momento de iluminación comercial...

Error.

Eso no pasa. No me cayó ningún maná del cielo, sino que tuve que aprender a las duras que no todo merece la misma atención ni el mismo grado de prioridad y que no es lo más sano el expandir indiscriminadamente en cosas que no tienen salida más inmediata. Ése fue mi gran error y aún lo estoy pagando un poco, pero ya vamos mejorando y poniendo las cosas en perspectiva. Aviso desde ya que esto no es algo que haré para siempre y que es más que probable que vuelva a Europa en un tiempo más, pero quería ganar más experiencia en cosas diversas y considero que ha valido la pena.

Saludos!

A ratos no sé lo que me pasa…


¿Estaré evolucionando o, por otro lado, mis pasos se dirigen hacia atrás?

¿Será malo retroceder los calendarios y retornar hacia aquellos puntos donde, siendo tan pequeña, cometí mil y una locuras?

Sé que, según estilan las malas lenguas, el pasado nunca vuelve…

Pero también sé que es una completa farsa, una falacia, una mentira…

Todo retorna a un orden bajo otros ojos, bajo otros hechos…
es el mismo guión interpretado por otros actores…

Uno mismo es el director, el guionista y el actor principal de esta obra interminable llamada vida…

Uno mismo es quien toma el libreto y lo memoriza o lo rompe…

¿Volver al pasado, con ojos de adulta, será parte del libreto o una mera improvisación?

¿Será tan importante seguir el libreto o, llegado el momento de la acción, se nos permitirá saltarnos algunas líneas?

Creo, mientras leo para mis adentros las tortuosas hojas que me dio por interpretar en un ataque de 'yo me las puedo todas', que cualquier cosa vale…

...mientras tengamos consciencia de eso…

No sirve de mucho tener una idea en la cabeza que pugna con todas las demás, como la 'diva' de la teleserie que piensa que el resto está para servirla…

No sirve de nada, es como desteñir en lo más importante… en vivir como corresponde…

Y, para eso, todo necesita estar en orden, estar en paz…A ratos siento esa pelea a manotazo limpio dentro de mí, esa musaraña recurrente que hace escándalo en mi cabeza, logrando detener todo el tranvía de mi (in) humanidad…

Pero aún no se me ha olvidado cómo ser fuerte y sigo el camino…

A ratos no quiero más guerra y me dispongo - del modo más digno posible - a tirar la toalla…Mi otra mano agarra a la medio cobardona y hasta ahí no más me llega el escapismo…

Sé, internamente, que bajarme del mundo no es la idea que yace entre las líneas de mi guión, porque - con lo rápida que soy para las cosas - ya hubiera sucedido… lo mío es algo más…

Ese algo está escondido en aquel lugar al que quiero y no quiero volver…

… mi famoso y sacrosanto pasado…

Ése que, se dice por acá y por allá, nunca vuelve y que se me repite como plato de tomate con cebolla…

Ése que revolotea todo el día por mi cabeza, ése que parece colocárseme al frente como si fuera zanahoria y yo un caballo porfiado…

Quizás mi guión sea uno lleno de raccontos y por eso no puedo dejar a la que era en paz…

Habrá que tomar las famosas hojas, releerlas y ver qué parte es la que no me entra en la cabeza, para interpretarla como corresponde…


… para hacer el papel de feliz… como todos debemos…

Saludos.

Sakenne


Había una vez una pequeña coach llamada Karina que, navegando por YouTube, se topó con un video llamado “El Trap de las Meninas”. Dicho video es un intercambio musical entre la princesa Margarita y el pintor Diego Velásquez, en el cual ella hace uso de una interesante capacidad de hacer freestyle y dice algo así:

“porque yo soy una niña del mil seiscientos
y he nacido en una burbuja llena de privilegios
y la vida en el palacio es muy aburrida,
¡tenemos que inventarnos drama!”.

 Cómo le habrá pegado de fuerte la última frase a la coach protagonista de este relato que decidió bautizar su artículo de hoy en honor a las proezas musicales de la infanta de los Habsburgo y aportar su humilde granito de arena a aquel mensaje tan relevante para todos, vivamos en un palacio, en un departamento o en la casa la abuelita.
 

Es un hecho que habrá drama en nuestras vidas, sea nuestro o no. Podemos estar en el estado más zen de todos y, como un relámpago, sentir que se asoma un hecho insidioso que amenaza con dejarnos mirando la oficina del psiquiatra con ojos de súplica, así como también podemos recibir el drama desde una fuente que no es la nuestra (también conocida como: "aquellas personillas dramáticas de las cuales esta simpática coach escribirá en otra ocasión"). Esto es absolutamente normal y no requiere mayor observación al ser un momento pasajero en el largo relato de nuestra vida, un instante que suele regularse por sí solo y desaparecer entre cosas que nos son mucho más importantes, como comernos una pizza a la mitad de la noche o luchar contra nuestra culpa al descubrirnos perreando involuntariamente ante el hit del momento… el problema se forma cuando toma posesión de nosotros el espíritu de la princesa del Trap y nos creamos esos hechos insidiosos por mano propia, volviéndonos el pasajero favorito de la montaña rusa de nuestra cabeza y no teniendo absolutamente a nadie allá adentro que sea capaz de sacarnos ilesos. El porqué de este hábito da luz a muchísimas respuestas, las que van desde el estar ya habituados inconscientemente hasta el buscar estas situaciones de manera activa por ser “peligrosas”, siendo ninguna muy sana o funcional para nadie, ni siquiera para el que las vive o las busca (algo que también merece no una, no dos, sino una saga entera de escritos de corte filosófico con ribetes conductistas).

Existe otro hecho: el mareo nos golpeará a todos tarde o temprano. Podemos quedarnos dando vueltas por la eternidad, presos de la vorágine de la caída, o salir de la montaña rusa relativamente bien, pero hay ciertos factores que pueden jugar en contra de romper el hechizo del freestyle y que deben ser afrontados de manera consciente:

a) La tendencia a pensar siempre de la misma manera, también conocida como "yo soy así y no puedo quiero cambiar".
b) La falta de voluntad en el proceso, alias "si no sale en cinco minutos, no saldrá nunca"
c) La adicción a la adrenalina que se genera en algunos al exponerse a situaciones “límite”, el dichoso "hay que vivir la vida (paz = aburrimiento)"

La solución más inmediata y, por qué no decirlo, más o menos obvia (¿o no tanto?). 

Si el mareo ya es demasiado y se te ha caído media caballera de tanto desafiar la gravedad, un buen primer paso para hallar la salida sería hacerse una pregunta: "¿de dónde salió todo esta epopeya en honor a las teleseries?". Ya sabiendo el origen, recomiendo escribir qué eventos han surgido como respuesta a esta crucial pregunta, las consecuencias de éstos y si los resultados fueron positivos o negativos al mediano o largo plazo, manteniendo esta información a mano antes de sucumbir nuevamente al hechizo del Trap y sentarnos en otro carrito de recorrido aún más jodido que el anterior. 

Este pequeño ejercicio, si bien es bastante sencillo, nos hace más conscientes del hecho que todo tiene sus repercusiones y nos dará evidencia contundente que no toda montaña rusa merece nuestros mareos, que Margarita se murió hace siglos y que vale más la pena gastar la energía en vivir y no en meterse en situaciones donde sólo hay malas rimas garantizadas. 

Si uno quiere drama, mejor tener una cuenta de Netflix y programar las dosis de emoción desatada, aparte que se puede aprovechar la oferta y ver unas series de humor para complementar el cóctel ;)

¡Hasta la próxima!
Ya se nos va el año... uno de aquellos años para los que andamos con los pies en Chile. Año revolucionario post - salto de torniquete, con una Primera Línea dándolo todo por el pueblo, señoras comprando harina por sacos y una buena dosis de K-pop de fondo. Uno de esos períodos que te hacen meditar profundamente y te inclinan de modo casi arbitrario a cortar con todo, a salir corriendo, a planear en grande...  

A pesar de mi línea de trabajo, con Escritura Terapéutica y todo bajo el cinturón imaginario (porque no uso nunca), hoy me consideraría un tanto reacia a la idea de establecer metas demasiado fuertes. No, no es que no las vaya a lograr o crea que los demás se quedarán cortos, sino porque el proceso - que hasta se vuelve divertido de uno saberlo manejar - pasaría a ser un sinfín de eventos tediosos que sí que te dejarían en la meta, pero nadando en un charco de tus propios vómitos. Eso pinta más a tortura que al sabor dulzón del triunfo (sé de lo que hablo), así que he aprendido a fluir con las cosas in crescendo, sumándole detalles ya sabiendo que tengo las habilidades necesarias bajo control y les diré que me resulta bien... bastante bien 😉

¿Se han puesto a pensar en qué hacer este nuevo año? Les daré unos momentos para que se les venga algo a la cabeza, así que sigan leyendo con calma. Sé que la RAE considera que la década comienza el año 2021, pero el consenso popular la puso comenzando en 2020 y quién soy yo para decir otra cosa 😂 En lo personal, a mí se me viene un año muy potente que se ve marcado por un hecho en particular: me devuelvo a Europa. Si bien viví mucho tiempo en Suecia y se supondría que allá apuntaría mis dardos, mi frase favorita ("nunca supongas nada") hace acto de aparición y mis dichosos dardos se dirigirán más al sur: a España. La primera opción fue Madrid y, posteriormente, Barcelona, pero Alicante se metió a la carrera y la cosa se volvió una versión mini de andar borracho clickeando en Google Maps. Para no dilatar más la cosa, voy a reservar los pasajes a El Prat como primera instancia en un par de días más (los vuelos locales son baratísimos, así que no hay problema entre Barcelona y Alicante) y emprenderé rumbo, junto con una amiga, los primeros días de abril.  

Como el asunto, tal como el vuelo, anda más o menos en el aire, tengo claras sólo unas cuantas cosas: buscar arriendo de un departamento (o piso, como les llaman allá) que esté bien ubicado a nivel de transporte, tomarme un tiempo para recorrer el área e interiorizarme, comprar suficiente mercadería para no tener que vivir en el supermercado, rehacer mi armario (apenas me llevaré ropa de acá), conocer gente y gestar mi red, ir a ver a alguien que siempre he querido que me haga una consulta en persona y buscar trabajo. Sí, buscar trabajo lo puse como última opción, y les explicaré por qué a continuación.

Sé que es un tanto complejo llegar a dárselas de Coach en un lugar donde nunca has estado, así que decidí comenzar con algo más establecido (y básico) e ir ascendiendo de a poco, me acostumbraría más fácil a los hábitos presentes a mi alrededor y me haría un nicho de manera gradual y armónica en vez de imponerme una meta compleja de lograr que haría que comenzara todo con el pie izquierdo 😄 Las otras cosas están más o menos vistas (sé qué vecindarios me convienen, para empezar), pero no me estreso con la idea de tenerlo todo absolutamente calculado si sé que al final siempre pasa algo que hace que las cosas se desvíen un poco. Es cierto que yo tengo actividades que realizo a diario y metas más a largo plazo, pero algo así de grande no puede ser planeado al más mínimo detalle sin quedar con un pie en el psiquiátrico y yo prefiero invertir mi tiempo en cosas que me traigan más alegría que ansiedad, miren que ya completé la cuota de incomodidad emocional hace muuucho rato 😅

¿Pensaron ya en ese plan maquiavélico que poner en acción apenas despegue el año 2020? Si es así, les doy permiso de ponerlo en acción 😏 Fuera de broma, deseo de corazón que cumplan con aquello que consideran que vale la pena y no se queden sin cabello en el proceso, miren que cuesta trabajo hacer que crezca de nuevo (también sé de lo que hablo, lamentablemente...) y no es nada de divertido llegar a la meta dejando media melena en el proceso 😆

¡Hasta pronto!



El otro día, cerca de mi cumpleaños (me deben los regalos, insisto...), vi un anuncio que me dejó nadando en mi propia saliva...

Los que me conocen saben que soy una "adicta" declarada a la educación y al aprendizaje en el sentido más extremo de la palabra. Para poner un ejemplo, ahora mismo andaba sacando un pan casero francés del horno porque me dio por dármelas de panadera y porque tengo un emprendimiento/experimento social que empezaré a llevar a cabo la semana que viene, así que no me resistí a la urgencia de añadir una nueva habilidad (crujiente y esponjosa) a mi ya desquiciadamente amplia lista de habilidades 😎


El cuerpo (humeante) del delito... lo puse en molde porque no tenía papel a mano. 

Siguiendo con el relato (no debo concentrarme en el olor del pan y en lo mucho que me gustaría echarle una mascadita, porque luego me tocaría tener una larga estadía en el baño debido a que no "recordé a tiempo" que soy intolerante al gluten), el anuncio tenía que ver con el Black Friday/Cyber Monday y su rebaja grosera en una materia que yo deseaba profundizar y retomar desde hace mucho tiempo, ya que la dejé de lado por motivos mecánicos (tiene que ver con diseño de vestuario y el "motivo mecánico" es mi máquina Singer modelo 666 - en serio - que definitivamente tiene el pedal poseído por el mismísimo Satán) y ahora puedo hacerme la amable al comprarme una máquina de coser exorcizable una vez ponga mis diminutos pies en Barcelona en unos meses más.

Una Karina aprendiendo es una Karina contenta, así que mi hedonismo intelectual ganó fácilmente la batalla y mi tarjeta me miró con odio una vez más, pero me pasó algo muy raro en ese preciso instante: sentí miedo. Miedo de qué, se preguntarán... y no, no es el miedo que suele venir cuando uno estudia (que oscila entre no poder internalizar - memorizar, en buen romance - y no tener buen desempeño), sino que fue el miedo a las reacciones de algunos... puntualmente, a ser tildada de plagiadora.

Palabra fuerte, ¿verdad? Pues bien, esa palabra ha sido usada en contra de mí por ciertas personas y lo curioso es que son ellas mismas las que se han batido a duelo con la vida a punta de copiar, adueñarse de cosas, bajar confianzas ajenas y victimizarse por lo que ellos mismos andan haciendo. Eso, mis queridos lectores, tiene un nombre: proyección, la dichosa paja en el ojo ajeno, el "no soy yo, eres tú" y expresiones de esa gama. Siempre hay gente así en este mundo y se te van a acercar si es que tienes una vida interesante o haces algo que ellos consideran digno de darle una probadita, para luego emularlo cuan perfume alternativo y descalificarte de las maneras más descabelladas que puedan.

Mi lado más irracional, ése que aprendió a explicarlo todo y mantener un bajo perfil a modo de mantener la fiesta en paz, quiso retroceder y dejarlo todo en secreto para "no provocar reacciones o consecuencias indeseables", pero me frené en seco. Cuan auto en carretera escandinava, derrapé en el hielo interno hasta que apreté el freno y la adrenalina me dio el derechazo de mes al materializarse en una pregunta: "¿vas a seguir escondiéndote porque a los otros les molesta que existas?". La respuesta fue tan rauda como mi pie en el freno de mi mente y dio la estructura al post de hoy: N-O, NO.

La reacción infantil, base de muchos de mis comportamientos y que arrastré hasta hace muy poco tiempo, fue reemplazada por varias cosas: molestia, hastío... determinación. Mi molestia, que tiene que ver con el hecho que exista gente así y con que yo los haya escuchado tanto tiempo, tiene dos maneras de disiparse y ambas van de la mano del entendimiento: entender que ellos no van a cambiar a no ser que su incomodidad le gane al estancamiento presente y comprender que yo sí estoy haciendo algo por avanzar día a día. El hastío, al ir ligado a la molestia y resuelto rápidamente, se fue por donde vino, quedándome la determinación para ponerle voz a todo esto que ando escribiendo hoy.

Hay gente así, proyectiva, en todos lados, pero depende únicamente de uno en darles o no el control. No voy a caer en la típica victimización invalidante de "ha sido tu culpa", porque hace muchísimo más mal que bien y puede ser neutralizada con una frase bastante simple: "lo he hecho lo mejor que he podido", cosa que es la absoluta verdad. Lo vital acá es la actitud, y ésta se puede ir limando y perfeccionando con prácticas diarias que tienen que ver con darle a la gente el sitial que corresponde. Verán, el detalle en estos casos suele tener que ver con ponerles demasiada levadura (hablando de pan) a los demás y dejarte sin pan ni pedazos a ti mismo (sigamos hablando de pan), sobrevalorar aquello que no tiene por qué merecer ese trato y echarte el buque abajo sólo porque has decidido que tu voz no tiene el suficiente peso en tu propia vida. Es tu vida, OK? Vívela como se te plazca, porque andar en tus zapatos es algo que nadie más que tú puede hacer y lo estás haciendo lo mejor que puedes con las herramientas que tienes hoy y que has ido ganando con el tiempo. Ellos son meros extras en tu increíble obra, así que puedes sacarlos o darles menos guión cuando se te plazca 😉

Mañana iré a comprarme las telas para el proyecto y ver los materiales que necesito para mi regreso al mundillo de la moda luego de 17 años mirando mi máquina de coser con ojos de susto. Todo es en este proyecto es a mano, así que me salvaré del exorcismo esta vez y, entre puntada y puntada, iré dándome cuenta que la felicidad de lo realizado pesa muchísimo más que los reproches de quienes son incapaces de dar al mundo sin intentar quitar primero y que el "hazlo" que disparó mi mente dio en el blanco de algo que sí vale la pena: mi valor como persona.

Si hay algo que quieres hacer, hazlo. Eres el protagonista y genio creador de tu obra... aparte que cuentas con mi permiso 😄

¡Hasta la próxima! 😎
Ayer estuvo de cumpleaños este capullito de alhelí. No revelaré mi edad porque no lo considero de mayor relevancia (dijo la interesante)... sólo les diré que nací el 83 para que entrenen el músculo de la aritmética, aunque ya les hice todo el trabajo en el título del post 😂. Fue uno de esos cumpleaños más o menos típicos en la vida de una introvertida... coach y todo, pero introvertida al fin y al cabo: mucho movimiento online, muy poco pastel que repartir, mucho para pensar y otro tanto para plantearse en este nuevo año de vida.

Si descontamos mi cumpleaños y el pastel que yo misma hice, puedo decir que mi año 35 tuvo de todo y no fue tranquilo en lo absoluto. Pasé por un proceso de renovación total que abarcó intervenciones de salud de todo sentido, un par de friegas, tres paquetes de incienso, medio container de velas, varios rezos en latín y una seguidilla de quiebres que ya te los querría cortar el peluquero si se asomasen por tu frondosa melena. Dichos quiebres, buenos o no, vienen acompañados siempre de cierto dolor y estrés, así que me dolieron un sinfín de cosas e hice más uso que nunca de mi carácter enfocado milimétricamente y espartano hasta para ir a comprar el pan, además de un comodín bastante pintoresco que tengo en mi maletín de comodines pintorescos: pensar en ciclos. Me decía "este día es uno solo, mañana es otro comienzo y tienes otras cosas que hacer que irán construyendo sucesos cada vez más grandes" y es esa mentalidad la que me trajo tanto positivo en estos últimos meses. Sí, hubo ciertos eventos medio grisáceos en estos últimos meses (incluso tuve uno ayer), pero una gota de tinta en el océano no va a teñirlo enteramente, ¿no creen?

Hagamos raya para suma y pongamos alguno de mis logros 2019 😎:

- Bajar 30 kilos y quedar con mi cuerpo en tamaño original (di, por cosas del universo, con el Método del Genotipo y les diré que es lo más cercano a sacarse la lotería a nivel dietético). Lo mejor de todo es que he adelgazado haciendo lo que nadie te recomienda: comer más... mucho, MUCHO más.

- Sacar cinco diplomados (y estar estudiando tres más). Tengo cerca de dieciocho diplomados y grados en el tintero, pero me di un plazo hasta fines del 2021 para completarlos todos. 

- Acreditarme como Counselor y certificarme de Coach especialista en Ley de Atracción y Éxito Personal, además de obtener un grado de Escritura Terapéutica.

- Instaurar rutinas diarias que me son muy sanas tanto a nivel interno (escribir mi diario, Mindfulness, EFT, etc.) como externo (mostrar asertividad, entrenamiento físico, dormir bien, alimentarme bien, etc.). 

- Tener una cartera de clientes que se sienten bien atendidos por mí y que están muy satisfechos con mis servicios.

- Terminar de cuajo con mi relación más tóxica y, con ello, comenzar el proceso de curación y reivindicación más grande que he atravesado en mi vida. 

- Dejar de lado mi timidez y postear con más frecuencia en Instagram. 

- Ampliar mi círculo de amigos. 

- Regresar al interesante mundillo del blog.

- Reconciliarme con Europa y estar ya planeando mi regreso.

Todo esto que hice siempre obedeció a la idea de pensar en metas diarias, semanales, mensuales, semestrales y de mayor plazo, como un sistema de ciclos cada vez más y más grande. Es obvio que estuvo media lista sujeta a ensayo y error y que dan ganas de tirar la toalla, las galletas de arroz, el litro de jugo de fruta y el tazón con avena, pero me salvó la vida el hecho que siempre he pensado en que el proceso como tal te acerca a algo más (la gran meta) y que no es el fin del camino per se, que los esfuerzos diarios ya dejan dividendo a mediano plazo y que los efectos de cada cosa llegan mucho más pronto de lo que uno cree. Es obvio que no se bajan 30 kilos de la noche a la mañana o que uno se va a titular en una semana, pero el "cada vez queda menos/cada vez veo más resultado" es uno de los mayores motivadores al cual le echo mano cuando siento que sólo estoy siendo centrifugada por la vida. Ha sido un año de los que me faltó tiempo para hacer más cosas y en el que hasta el descanso era productivo, pero la intensidad y la vorágine me trajeron algo invaluable: el encuentro con aquello que me hace ser yo misma y la claridad de ver que nada que resuene conmigo está fuera de mi alcance.

Saludos a todos!

PD: me deben unos cuantos regalos 💃
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