V. Un plan grandiosamente pequeño...

Ya se nos va el año... uno de aquellos años para los que andamos con los pies en Chile. Año revolucionario post - salto de torniquete, con una Primera Línea dándolo todo por el pueblo, señoras comprando harina por sacos y una buena dosis de K-pop de fondo. Uno de esos períodos que te hacen meditar profundamente y te inclinan de modo casi arbitrario a cortar con todo, a salir corriendo, a planear en grande...  

A pesar de mi línea de trabajo, con Escritura Terapéutica y todo bajo el cinturón imaginario (porque no uso nunca), hoy me consideraría un tanto reacia a la idea de establecer metas demasiado fuertes. No, no es que no las vaya a lograr o crea que los demás se quedarán cortos, sino porque el proceso - que hasta se vuelve divertido de uno saberlo manejar - pasaría a ser un sinfín de eventos tediosos que sí que te dejarían en la meta, pero nadando en un charco de tus propios vómitos. Eso pinta más a tortura que al sabor dulzón del triunfo (sé de lo que hablo), así que he aprendido a fluir con las cosas in crescendo, sumándole detalles ya sabiendo que tengo las habilidades necesarias bajo control y les diré que me resulta bien... bastante bien 😉

¿Se han puesto a pensar en qué hacer este nuevo año? Les daré unos momentos para que se les venga algo a la cabeza, así que sigan leyendo con calma. Sé que la RAE considera que la década comienza el año 2021, pero el consenso popular la puso comenzando en 2020 y quién soy yo para decir otra cosa 😂 En lo personal, a mí se me viene un año muy potente que se ve marcado por un hecho en particular: me devuelvo a Europa. Si bien viví mucho tiempo en Suecia y se supondría que allá apuntaría mis dardos, mi frase favorita ("nunca supongas nada") hace acto de aparición y mis dichosos dardos se dirigirán más al sur: a España. La primera opción fue Madrid y, posteriormente, Barcelona, pero Alicante se metió a la carrera y la cosa se volvió una versión mini de andar borracho clickeando en Google Maps. Para no dilatar más la cosa, voy a reservar los pasajes a El Prat como primera instancia en un par de días más (los vuelos locales son baratísimos, así que no hay problema entre Barcelona y Alicante) y emprenderé rumbo, junto con una amiga, los primeros días de abril.  

Como el asunto, tal como el vuelo, anda más o menos en el aire, tengo claras sólo unas cuantas cosas: buscar arriendo de un departamento (o piso, como les llaman allá) que esté bien ubicado a nivel de transporte, tomarme un tiempo para recorrer el área e interiorizarme, comprar suficiente mercadería para no tener que vivir en el supermercado, rehacer mi armario (apenas me llevaré ropa de acá), conocer gente y gestar mi red, ir a ver a alguien que siempre he querido que me haga una consulta en persona y buscar trabajo. Sí, buscar trabajo lo puse como última opción, y les explicaré por qué a continuación.

Sé que es un tanto complejo llegar a dárselas de Coach en un lugar donde nunca has estado, así que decidí comenzar con algo más establecido (y básico) e ir ascendiendo de a poco, me acostumbraría más fácil a los hábitos presentes a mi alrededor y me haría un nicho de manera gradual y armónica en vez de imponerme una meta compleja de lograr que haría que comenzara todo con el pie izquierdo 😄 Las otras cosas están más o menos vistas (sé qué vecindarios me convienen, para empezar), pero no me estreso con la idea de tenerlo todo absolutamente calculado si sé que al final siempre pasa algo que hace que las cosas se desvíen un poco. Es cierto que yo tengo actividades que realizo a diario y metas más a largo plazo, pero algo así de grande no puede ser planeado al más mínimo detalle sin quedar con un pie en el psiquiátrico y yo prefiero invertir mi tiempo en cosas que me traigan más alegría que ansiedad, miren que ya completé la cuota de incomodidad emocional hace muuucho rato 😅

¿Pensaron ya en ese plan maquiavélico que poner en acción apenas despegue el año 2020? Si es así, les doy permiso de ponerlo en acción 😏 Fuera de broma, deseo de corazón que cumplan con aquello que consideran que vale la pena y no se queden sin cabello en el proceso, miren que cuesta trabajo hacer que crezca de nuevo (también sé de lo que hablo, lamentablemente...) y no es nada de divertido llegar a la meta dejando media melena en el proceso 😆

¡Hasta pronto!



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